Inodoro atascado en verano, pesadilla en casa

Tener un inodoro atascado en pleno verano quizás sea una de las  peores experiencias que nos puede ocurrir y muy poco higiénica. Y por muy raro que nos pueda parecer es un problema que nuestra empresa desatascos ve muy a menudo.

Verano es la época en la que el uso de los  váteres aumenta, los niños no van al colegio, nosotros estamos de vacaciones o tenemos jornada reducida en el trabajo y recibimos más visitas de las que recibimos en otras épocas.

Sin contar con que, además, los que dispongamos de domicilio veraniego nos trasladaremos a él. Generalmente estos domicilios permanecen vacíos la mayor parte del tiempo y cuando llegan las vacaciones va mucha más gente (abuelos, hermanos, primos, amigos…).

Las consecuencias del exceso de gente y del desuso del resto de meses pueden ser realmente desagradables.

Cuando descubramos que nuestro inodoro está atascado nos puede parecer fácil en un primer momento intentar desatascarlo, pero en realidad llevar a cabo la tarea de manera eficaz  requiere de unos conocimientos concretos que la mayoría de nosotros no suele poseer.

Otra de las razones, es que el proceso, lo que se dice muy higiénico no suele ser, por ello la mayoría termina recurriendo a una empresa de desatascos.

¿Cómo poder prevenir una catástrofe?

Antes de que el inodoro decida no tragar más y expulsar todos los residuos creando una auténtica catástrofe en nuestra casa e incluso pudiendo estropear suelos y muebles habrá “signos” que nos indiquen que algo falla ahí y que se está empezando a atascar.

Si una vez que tiramos de la cisterna el agua tarda mucho más en bajar que de costumbre, sólo puede ser  indicador de que algo se está obstruyendo y de que cuanto antes le pongamos remedio mejor será.

Usar toallitas húmedas puede provocar un atasco a la larga. Si vemos que estas toallitas en vez de aparecer  en la papelera desaparecen o las arrojamos nosotros mismos por el inodoro seguramente estemos creando un atasco.

Una cantidad excesiva de estas (junto con otros productos como tampones) arrojadas en pocas descargas puede provocar  un atasco importante ya que la mayoría de estas toallitas higiénicas no se disuelven.

Vemos que el inodoro nos devuelve “restos” al irse el agua, otro signo de futuro atasco es que el agua de nuestro inodoro no está cristalina. Esto significa solamente una cosa, que hay algún momento en el que los residuos no son capaces de desaparecer por completo y algo queda.

¿Qué hacer en estos casos?

La  mayoría de la gente  suele “dejar pasar” el problema pensando que con el  constante uso del inodoro y el tránsito del agua el problema acabará por  solucionarse por  sí sólo.

Pero en realidad  lo estamos agravando, no solamente porque daremos pie a que se puedan acumular más sedimentos en el atasco sino por que las tuberías pueden dañarse al tener  que soportar más presión.

Lo que terminará pasando es que el inodoro se atasque del todo y cuando queramos tirar de la cadena todos esos litros no desaparecerán sino que el agua irá subiendo (con todo lo que haya en ella) hasta por terminar desbordándose.

Por ello, en cuanto veamos el más mínimo signo de atasco en nuestro inodoro podemos o bien recurrir a productos (pastillas, geles) que actúan desatascando (siempre restos orgánicos  y pequeños atascos) y que podremos encontrar en cualquier superficie comercial.

O bien llamar a nuestra empresa de desatascos de confianza. Cuanto menor sea el atasco más sencilla será su labor, menos tardarán y nosotros podremos disfrutar de nuestras vacaciones sabiendo que no nos encontraremos ninguna sorpresa desagradable mientras estas duren o tengamos una cena de amigos.

Y si ya se ha producido un atasco grave lo mejor es cerrar la llave del agua y no tirar más de la cadena pensando que se desatascará o intentar hacerlo nosotros mismos, cubrir el suelo y los muebles con trapos  viejos para que absorban el agua derramada y llamar a una empresa de desatascos 24 horas.